domingo, 8 de diciembre de 2013

Etapa X, Penrith-Oxford, o la entrada en Hogwarts.

Después de una noche calurosa (Comparada con las anteriores, esto ya parece de nuevo agosto), y tras desayunar, seguimos rumbo sur, con el destino fijado en London, pero pasando antes por Oxford.

 Total unos 400Km, pero con el trafico que hay y el mal estado de las autovías se hace largo.

Llegamos a Oxford sin contratiempos, a un camping muy cerca de la ciudad:

Cuando nos registramos en el camping nos topamos por primera vez con la famosa "flema británica", hay que decir que únicamente nos sucedió en una ocasión, esta.

La recepcionista, una señora que parecía el máximo exponente del te de las 5, nos pregunta si somos miembros del "Caravan Club" (Casi todos los campings en Gran Bretaña pertenecen al "Caravan Club", el cual te da ciertos privilegios como descuentos y preferencia a la hora de reservar en los campings asociados, pero que como no podía ser de otra manera, en todos estos campings aceptan a todo el mundo, en todos se puede ver "no menbers accepted", ya que de lo contrario tendrían que cerrar), pues eso, tras comentarle que no somos miembros del selecto club, y devolvernos una mirada asesina, comienza a buscarnos plaza en su selecta agenda, no mediaba palabra, hmmmmm, parecía que no íbamos a tener sitio, y en esto se me ocurre sacar la "Visa", al momento, ya teníamos sitio, ja ja ja.

Le pido corriente ya que la necesitamos para cargar móviles y demás, sorprendida nos dice que para que queremos corriente si vamos en moto, le contesto que la gente que va en moto también tiene móviles, cámaras etc, y que además tenemos la toma de corriente que no es necesario que nos cobre por una, no se lo cree, ante esa incredulidad le comento que si quiere le enseño el cable (esta vez ya con tono de no me toques los coj....), todo solucionado ya tenemos plaza y corriente, encima comprobamos que el camping no esta ni a la mitad de su capacidad y tampoco es gran cosa.

Tras montar la tienda nos vamos a pasar el día a Oxford.























Día lluvioso, lleno de gente, muchos españoles y tal y como nos imaginabamos Oxford.

Después de cenar un taxi y a dormir que mañana continuamos rumbo a Londres





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